El grupo de linfomas cutáneos de la AEDV analiza la viabilidad de disponer de centros de referencia a nivel nacional para atender a los pacientes con esta patología

29/11/2023
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El grupo de linfomas cutáneos de la AEDV analiza la viabilidad de disponer de centros de referencia a nivel nacional para atender a los pacientes con esta patología
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Este curso llevado a cabo por la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), con el apoyo de Kyowa Kirin, nace con el objetivo de dar a conocer la clasificación, estadificación y el manejo terapéutico a través de una base clara teórica y de casos clínicos interactivos impartidos por especialistas referentes en cada tema.

Según los expertos reunidos en esta sesión, la baja prevalencia y el difícil manejo de los linfomas cutáneos, sumado a que las lesiones que presentan no son patognomónicas, puede conllevar que se confundan con otras patologías, derivando en un retraso diagnóstico. Por tanto, es fundamental que estos pacientes sean atendidos por profesionales con conocimiento en esta enfermedad para lograr uno de los retos principales, lograr un diagnóstico correcto y precoz.

Por todo ello, una de las conclusiones abordadas ha sido la necesidad de contar con equipos multidisciplinares formados por dermatólogos, patólogos, hematólogos, oncólogos radioterapeutas, psicólogos y otros, con conocimientos profundos en linfomas cutáneos para procurar la mejor atención posible a estos pacientes.

Los linfomas cutáneos son un grupo de linfomas poco frecuentes que se presentan en la piel y su diagnóstico suele suponer todo un reto clínico-patológico. Por este motivo, durante el 1º Curso de Linfomas Cutáneos 'Lo que el dermatólogo debe saber', -llevado a cabo por la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) con el apoyo de Kyowa Kirin-, los expertos han insistido en la importancia de contar con equipos multidisciplinares bien formados en la patología. Es por ello que “desde el Grupo Español de Linfomas Cutáneos (GELC) de la AEDV se está analizando la viabilidad de disponer de Centros de Referencia a nivel nacional para atender integralmente a estos pacientes”, revela la Dra. Mercedes Morillo, coordinadora de la unidad de Linfomas Cutáneos, Dermatología M-Q y Venereología Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).

Sin duda, es necesario contar con equipos formados por dermatólogos, patólogos, hematólogos, oncólogos radioterapeutas, psicólogos y otros, que tengan conocimientos profundos en el tema para procurar la mejor atención posible a nuestros pacientes”, sostiene la Dra, Rosa Izu, del servicio de Dermatología en el Hospital de Basurto (Bilbao).

Por este motivo, la Dra. Cristina Muniesa, del servicio de Dermatología en el Hospital de Viladecans y el Hospital Universitari de Bellvitge (Barcelona) considera que “la puesta en marcha del curso es fundamental, ya que hasta la fecha no existía ninguno centrado en este tema. Dirigido a dermatólogos residentes de tercer o cuarto año y adjuntos interesados en este campo, el curso nace con el objetivo de dar a conocer la clasificación, estadificación y el manejo terapéutico a través de una base clara teórica y de casos clínicos interactivos impartidos por especialistas referentes en cada tema”.

Concretamente, el curso ha puesto el foco en los Linfomas Cutáneos de Células T (LCCT) y B (LCCB). Los LCCT son los más frecuentes y afectan a cerca de 240 personas por cada millón en Europai. La Micosis Fungoide (MF) es el subtipo más común y supone casi el 60% de todos los LCCT. Por otro lado, el Síndrome de Sézary (SS) representa menos del 5%. Ambas manifestaciones se producen en adultos, se presentan característicamente en pacientes de más de 60 años y tienen un predominio masculino. En su conjunto, son los más frecuentes y representan el 55% del total de linfomas cutáneos.

El reto del diagnóstico en los pacientes con Linfoma Cutáneo
Es básico que el paciente con linfoma cutáneo complejo sea atendido por profesionales con conocimiento en esta enfermedad. La Dra Muniesa destaca que “su baja prevalencia y su difícil manejo, sumado a que las lesiones que presentan no son patognómicas, puede verse reflejado en un retraso diagnóstico sustancial”, a lo que se suma la posibilidad de confundir algunos linfomas con otras entidades. Así, “la MF puede simular eccemas cutáneos o psoriasis y la eritrodermia del SS puede ser indistinguible de la que ocurre en la dermatitis atópica o en la psoriasis. De este modo, se ha visto que la media de retraso diagnóstico de los pacientes con micosis fungoide en sus fases iniciales está en torno a los tres años”, añade la Dra. Morillo.

Por todo ello, “el principal reto del diagnóstico es lograr que sea correcto y precoz, ya que permitirá mejorar las probabilidades de éxito en los tratamientos para lo que son imprescindibles dos aspectos. Por un lado, que el especialista en Dermatología conozca y piense en los linfomas cutáneos y, por otro, que se realice un buen estudio histológico y de biología molecular de las biopsias de piel”, comenta la Dra. Morillo.

Aunque todavía hay que continuar trabajando para acortar el viaje hasta el diagnóstico, cabe destacar que “en España contamos con un excelente registro de Linfomas Cutáneos Primarios y una guía multidisciplinar muy útil para el abordaje diagnóstico y terapéutico de los mismos, realizado por el Grupo Español de Linfomas Cutáneos de la AEDV, junto con las sociedades españolas de Anatomía Patológica, Oncología Radioterapéutica y por el Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea (GELTAMO). Además, en cada hospital solemos tener nuestros propios protocolos por la idiosincrasia propia de cada centro. No obstante, ante la variabilidad clínica que se presenta en estas enfermedades, es habitual individualizar el enfoque”, señala la Dra. Morillo. 


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