Entrevista a Jordi Martí, Director General de Amgen

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Anouk Suñer-Rabaud

Entrevista a Jordi Martí, Director General de Amgen

27/3/2006
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Cambió su bata de cirujano por una americana, después dehacer un rápido balance de su vida profesional. Jordi Martí es un ex cirujano que se convirtió en directivo de la industria farmacéutica. En 1991 se incorporó como director comercial a Amgen,una empresa joven, emergente, nacida en California en los años 80. En el año 2003 fue nombrado director general. La compañía, especializada en Biotecnología, crece a marchas forzadas, como si se hubiera contaminado de la personalidad de su manager. Jordi Martí no soporta la lentitud. Si un día le invita a comer, le aconsejo que se haya pensado antes lo que vaya a pedir, porque, tal como lo explica, en un abrir y cerrar de carta, ya se ha organizado el menú. Tiene prisa y hambre. Hambre de retos. Cuando dejó los neones del quirófano y empezó a husm

 


Jordi Martí

¿Cómo se puede nacer y crecer casi al mismo tiempo?
Amgen lanzó su primer producto en el 87. Era un tratamiento para la anemia. El segundo en el 89. Fueron un éxito los dos. Fueron dos productos rompedores que cambiaron la práctica médica.Eso nos sirvió para reinvertir y para mantener nuestra independencia. Somos de las pocas empresas biotecnológicas totalmente independientes.

¿Cómo definirías la biotecnología a alguien de letras?
La biotecnología produce a partir de células vivas. Lo esencial en este campo no es el producto final, sino el proceso. Es prácticamente imposible la replica de un producto biotecnológico. Únicamente puede ser similar, por eso no puede hablarse de genéricos de productos biotecnológicos sino de biosimilares. La mayoría sonproteínas - grandes moléculas generalmente inyectables -, que no pueden replicarse tal cual y cuyo proceso de producción es irrepetible. El más mínimo cambio supone alteraciones con posibles diferencias en eficacia y seguridad.

¿Trabajáis con hospitales básicamente?
En España sí a pesar que en ocasiones el tratamiento sigue un régimen ambulatorio. Es así como la Administración intenta controlar el elevado coste de estos productos.. En el resto de Europa, se comercializa tanto en los hospitales comoen el mercado de calle.

¿Cómo se llega a la decisión de abandonar el trabajo de cirujano para dirigir una empresa?
Después de una reflexión sobre lo que quieres en la vida. De un balance que valoró dónde podía estar dentro de cinco años haciendo lo que hacía, y dónde podía estar si hacía otra cosa. Si me quedaba se presentaba un futuro limitado con pocas opciones de crecimiento profesional, iba a depender más de la suerte que de la buena suerte. Además creo que existe un gran problema de reconocimiento social por la medicina en general.. Entonces hice un master en Administración de empresas. Y a partir de allí, estaba abierto.

¿En qué Amgen es una empresa diferente?
Te daré un ejemplo: hay empresas que cuelgan una lista de valores en la pared y no la miran más. Aquí, se viven intensamente. A la hora de valorar la performance de cada uno, es tan importante la parte técnica, puramente de trabajo, y los resultados, como la parte de valores y de liderazgo. Es un aspecto muy importante de la compañía.

Por otro lado tomamos todas las decisiones en base a una misión muy consolidada: servir al paciente.

¿Es inherente a una compañía joven?
Sí, y es muy americano. Yo le digo a la gente aquí, que el día que cada empleado empiece a decir a su jefe lo que el jefe quiere oír en vez de lo que realmente piensa, lo tenemos mal. Siempre y cuando se haga con respeto.

Yo creo en la arquitectura de valores, porque lo que hace diferente a las empresas son las personas, no los productos.

¿Qué has descubierto en tu nueva vida profesional?
Soy social, extrovertido. Trabajar en equipo, motivar a la gente, conseguir resultados, es lo que me satisface más. Hay una cosa que me dijeron cuando entré, y que no quiero perder: “To have fun”. Tenemos que ser muy profesionales, trabajar mucho, pero no perder ninguna ocasión para celebrar éxitos, aunque sea una pequeña victoria, y además reírnos mucho. Debemos aprender a desdramatizar las situaciones.

¿No echas nada de menos?
A ver, yo tenía vocación, vengo de una familia con una gran tradición médica. Pero como comentaba el reconocimiento era escaso. Se tiene que saber el alto grado de responsabilidad y tensión de un médico, en general y en concreto del hospitalario, y considerar las compensaciones que la sociedad y el sistema sanitario ofrecen actualmente.Yo estoy muy contento de lo que hice. Siempre es muy importante saber adónde quieres ir.

¿Has nacido líder?
Pienso que puedo mejorar muchísimo como líder. Hemos hecho análisis de personalidad aquí para poder conocernos mejor y por ello trabajar mejor en equipo y, algo de vocación de mandar, sí que tengo. Pero siempre desde el punto de vista del equipo. Yo he hecho mucho deporte, fútbol. Cuando hacen un símil entre el deporte de equipo y la empresa, es fantástico. Yo seguro que no hubiera sido un tenista. El deporte de equipo es la mejor escuela de aprendizaje para la empresa. Cómo cada uno tiene su rol, cómo cada uno suma, cómo uno es más mediático que el otro, cómo el otro lo tiene que aceptar…

¿Y qué hacías en el equipo?
Era capitán y jugaba en el centro del campo. O sea que distribuía aunque la verdad no corría mucho. Yo creo mucho en el trabajo en equipo. Tomo decisiones, pero intento tomarlas con el grupo que tengo. Aunque en nuestra lista de valores, cambiamos “Llegar a consenso”. El que tiene que tomar decisiones, que las tome. Si no,le das muchas vueltas a las cosas, intentando convencer al otro. El que tiene la responsabilidad es el que debe tomar la decisión y ser responsable de la misma. Entonces puedes hacer dos cosas: confiar o no confiar.

¿Tu equipo te conoce bien?
Yo le enseñé dos cosas mías que salían en los análisis de personalidad. Una es que no me gusta perder. Pero a niveles en ocasiones rayando lo patológico. Lo reconozco.

¿Si juegas, es para ganar?
Sí. Pero incluso jugando al ajedrez con mi hija. Soy muy competitivo. Ser competitivo es bueno y malo, como todas las cosas debes encontrar el balance adecuado. Pero yo, desde luego, prefiero serlo que no serlo.

¿Qué más salía?
Me exaspera manejar la lentitud. Me pongo muy nervioso..

¿Y eso lo cambiarías?
Creo que todo el mundo es como es. Y puedes mejorarlo, pero no puedes pasarte al otro extremo. Si yo pasara de impaciente a paciente, y ya sé que a veces es una debilidad, perdería todaslas fortalezas. Creo que las fortalezas, hay que explotarlas al máximo, y las debilidades, las debes gestionar. La gente muchas veces se centra en las debilidades. Creo que a la gente hay que colocarla en la compañía aprovechando todas sus capacidades. Si intentas ponerla en un sitio que no es el adecuado e intentas mejorar sus debilidades, vas a perder el tiempo y frustrarle. Yo no creo que la gente cambie, en lo fundamental y más auténtico de cada uno.

¿Qué pasaba cuando llevabas una mala nota a casa? ¿Eso era perder?
No llevaba malas notas. Era muy responsable, me lo habían inculcado mis padres. Y ves, eso sí que lo cambiaría. De vez en cuando hay que hacer una gamberrada... dicho en el buen sentido, claro.

¿A qué dedicas tu tiempo cuando no trabajas?
La familia, sobre todo. Tengo una hija de 25 años y una de 10 años. Y la de 10… bueno. Pierdo los papeles. Me encantan los niños. Y otra cosa es el deporte. Incluso verlo por la tele. No me quedo ningún fin de semana en Barcelona. Me escapo al Empordá, me gusta mucho el mar. Estoy tan poco acostumbrado a quedarme en la ciudad que cuando lo hago, vengo a trabajar. Me aburro.

¿Sueles dar la espalda a lo que te ofrece la ciudad?
Soy anti masas. Me gusta ir al revés de los demás. Ahora, este fin de semana, si llueve, mejor. Habrá menos gente. Si no pudiese evadirme de esta forma seguramente necesitaría ayuda para poder manejar el estrés que sufrimos. Me ahorro sesiones con el psicólogo.

¿Si fueras un animal?
Tendría que ser un animal muy estratega y agresivo. Un guepardo, que lo prepara todo. Un animal doméstico, no. Odio los procesos. Aunque reconozco que pueden ser necesarios.

¿Los procesos?
Todo muy encasillado… Hoja 2, hoja 3… Por ejemplo, nunca miro las instrucciones de los aparatos. Voy probando. Y si no funciona, voy para atrás. Cada vez me cuesta más ir en grupos. A las 10 tienes que estar aquí, a las 12 allí… En los viajes, lo organizo todo yo. Para conducir, también. Tengo que conducir yo.

¿Eres director de orquesta, director de escena?
Sí. Pero tengo que convencer a equipo. Le digo de entrada de qué quiero convencerle, para que no se crea que le manipulo.

¿Qué es lo que no soportas de una persona?
Que sea falsa.

¿Qué palabra no tendría que existir para ti?
La palabra “imposible”. Para mí no existe.

¿Cuándo alguien te hace ver que algo es imposible puede ser una motivación para ti?
Es una motivación y es un elemento de estrés. Soy muy obstinado. Porque hago todo para conseguirlo.

¿Es fácil decepcionarte?
Sí.

¿Exiges mucho de los demás?
Sí. Pero si se hacen las cosas bien y no se consigue el objetivo, entonces soy tolerante. Por ejemplo,en la educación de mi hija,debo permitir que se equivoque. Más de lo que me equivoqué yo. Significa tomar más riesgos. Yo era competitivo, y tenía que hacer ESTO. Salirme de allí era decepcionar a mis padres. Tenía que hacer lo políticamente correcto siempre. Por educación, temor al castigo.

A una enfermera de cuidados paliativos danesa, muy famosa, le preguntaron en una entrevista lo que solían decir los enfermos antes de morir. Todos, mirando hacia atrás, decían “Ojalá me hubiese arriesgado más”

¿A qué tienes miedo?
Al avión. Por desconocimiento. Si lo llevara yo, no tendría miedo.

Viendo a ese ex cirujano en sudespacho del World Trade Center, rodeado por el Mediterráneo, con la lista de valores en los que cree colgada en la pared, una piensa que Jordi Martí tiene razón. La palabra “imposible” no existe. Como mínimo en su diccionario.

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