El pasado 21 de junio tuve ocasión de escuchar y disfrutar con la ponencia que Jaume Pey realizó en La Fórmula2006, el evento que anualmente organiza el IDEC-Universitat Pompeu Fabra, en el marco de su Máster de Marketing Farmacéutico.

Jaume Pey i Sanahuja –director general de Laboratorios Zambón y presidente de ANEFP- nos habló de las implicaciones de la nueva Ley del Medicamento. Y lo hizo desde una perspectiva optimista. Su abordaje del tema fue desde la óptica de las muchas oportunidades que este cambio legislativo puede comportar para la industria farmacéutica. Supongo que consideró que las amenazas ya son sobradamente conocidas por todos...

Sintéticamente, la idea central de su ponencia era la siguiente: “los cambios que va a provocar el nuevo redactado de la Ley van a ser drásticos para muchos laboratorios; de éstos va a depender vivirlos como una amenaza para su supervivencia o como una oportunidad para su revitalización”.
Una vez más, me vino a la memoria la magnífica frase que pronunció nuestro admirado Joan Manuel Serrat cuando hizo pública su enfermedad: “la vida no es lo que te ocurre sino cómo te tomas lo que te ocurre”. Sensacional.

Supongo que la frase es plenamente aplicable a todos los que estamos en el sector farmacéutico: la nueva Ley es “lo que nos pasa”; la clave va a estar en “cómo nos la tomamos” cada uno.
Inmediatamente –y con el sombrero de persona de empresa puesto-, me puse a pensar en los retos que se les plantean a las personas responsables de conducir el día a día de las empresas afectadas por este cambio legislativo. Inevitablemente -y ahora con el sombrero de formador puesto-, intenté imaginar las necesidades de formación que todo ello les va a comportar.
Y ahí va mi reflexión.

Creo que para afrontar esta situación de cambios tan significativos, no se trata de saber cosas diferentes, sino de pensar diferente, para poder hacer cosas diferentes. A mi juicio, lo esencial es ser capaz de efectuar un cambio de actitud personal que posibilite una visión distinta del negocio en el que uno está y de cómo seguir llevándolo a cabo.

En consecuencia, me parece que el futuro inmediato nos obliga a tener que desarrollar y cultivar más intensamente algunos valores necesarios para navegar de forma efectiva por estas aguas cada día más turbulentas. Se me ocurren cuatro, que me parecen imprescindibles.

1. Proactividad: en realidad, todo depende de ti.
La gran coartada siempre es echarle las culpas a algo o a alguien.
Para muchos, la nueva Ley vendrá a proporcionarles una fuente inagotable de excusas para seguir quejándose de las limitaciones impuestas por la legislación vigente. Serán aquellos del “no se puede”, “está prohibido”, “nos han obligado” o “qué vamos a hacerle si las cosas son así”.

En realidad, se engañan a sí mismos. Porque en todos los sectores -y en todas las circunstancias de la vida-, existen limitaciones. La diferencia estriba en que unos luchan por modificar el curso de los acontecimientos y otros, en cambio, permiten que los acontecimientos les modifiquen el curso de su vida. Enfoque proactivo... y talante inconformista.

2. Inconformismo: asume riegos.
Lo tengo claro: el mayor riesgo es no asumir riesgos.
¿Por qué en algunas compañías se penaliza el error? ¿Quién va a tener ganas de arriesgarse a hacer algo diferente si luego se castiga si no sale bien? Creo que ahora es el momento de hacer justo todo lo contrario: premiar el error. Siempre que se haya producido yendo en busca de algo novedoso.
Recuerdo una frase de Akio Morita, el expresidente de Sony Corporation: “en nuestra compañía cada empleado tiene el derecho de equivocarse al menos 200 veces... a condición de que lo haga en 200 cosas distintas”. ¡Bravo!. Esta es la forma de fomentar el inconformismo... y la creatividad.

3. Creatividad: disfruta buscando soluciones innovadoras.
Sólo encontramos satisfacción genuina cuando creamos.
¿Te sientes bien cuando copias? ¿Te sientes bien cuando replicas una y otra vez lo que ya has hecho en el pasado? ¿Te sientes bien cuando transitas caminos trillados?

En cambio, ¡qué placer cuando tienes una gran idea que, encima, funciona! Es la satisfacción profunda del acto creativo. Generar ideas para resolver nuestros problemas, para dar respuesta a nuestros retos. Eso es la creatividad.

Y todos somos seres creativos. Lo creas o no, tú también lo eres. Haz memoria: seguro que hace poco tuviste una buena idea que te ayudó a salir airoso de alguna situación comprometida.

¿Sabías que uno puede entrenarse en el proceso creativo? Hace falta conocer sus fases y ser autoexigente. Como decía Churchill: “enseguida me conformo con lo extraordinario”.
Pero sólo somos creativos cuando nos invade la pasión.

4. Pasión: sedúceles con tu proyecto.
¿Se te suelen ocurrir ideas brillantes sobre algo que te importa un pimiento? A mí, no.
Al final, si quieres promover el cambio, vas a tener que contar con un equipo que te siga. Da igual si eres tú el jefe o no. Los cambios verdaderos nunca los provocan los jefes; los provocan los líderes. Y ser un líder es una elección personal. Tú puedes serlo... si quieres. Pero para ello, vas a tener que apasionarte por tu proyecto.

Porque cuando uno siente pasión por lo que hace, entonces es capaz de seducir, de entusiasmar a los demás. Entonces y sólo entonces, uno es capaz de provocar un espíritu de equipo que dará unos resultados absolutamente extraordinarios.

Me encanta la sabiduría contenida en este proverbio oriental: “tanto si crees que puedes hacerlo, como si crees que no puedes, en ambos casos tienes razón”.

Bueno –dirás- ¿y dónde se capacita uno en valores como la proactividad, el inconformismo, la creatividad y la pasión? Pues, sinceramente, creo que el principal trabajo es de uno consigo mismo.
Sin embargo, no tengo ninguna duda de que puede ayudarte enormemente el estar en un ámbito formativo en el que no sólo se promueva el conocimiento (el saber) sino que se preste también una elevada atención a la vertiente humanista del aprendizaje (el ser).

Y éste es el compromiso de equilibrio que desde hace años intentamos ofrecer a nuestros estudiantes del Máster. Nuestro reto es conseguirlo un poco más en cada edición. Y el próximo octubre, vamos a por la 12+1...